Lisardo Silva se presenta a La Voz 2020. Tiene 24 años y viene desde Castellón para intentar lograr uno de sus mayores sueños.
Es de familia cristiana, su padre es pastor y de siempre ha estado en los coros. Y un miembro de su familia, su hermana, el día que ésta se casaba, le decía a su hermano que estaba dentro de las audiciones a ciegas de La Voz.
Lisardo sube al escenario y esta nervioso al ver que la gente esta mirando y se encuentra esperando a que empiece a cantar. La canción que se dispone a cantar es la versión de Manzanita de «Ramito de Violetas» allá en 1999.
Nada más que pasan 15 segundos de la primera palabra que sale por la boca de Lisardo y Pablo López ya advierte: Le voy a dar. Y así lo hizo, el primero en apretar el pulsador es él y mientras lo escucha no puede evitar soltar un «Que bonito, por dios!».
Pablo López no es el único coach que se gira. Segundos antes de que la actuación termine, Laura Pausini también se mete en esta lucha por Lisardo Silva.
Antes de la elección por parte de Lisardo, Alejandro Sanz quiere decirle a Lisardo que no se ha dado la vuelta porque ya tiene un componente en su equipo que es muy parecido pero le traslada su deseo de que entre en el programa. «Que bonito cantas, hijo!» son sus ultimas palabras para él.
Lo que no sabe Alejandro Sanz es que Lisardo también le quiere decir algo. En su casa siempre ha estado Alejandro desde niño y si ese día se encuentra encima del escenario es gracias a una frase que Alejandro dijo un día: Somos lo que soñamos.
Llega el momento de la decisión y a pesar de los intentos de Laura Pausini porque Lisardo la elija y poder tener por fin un perfil como el suyo dentro de su equipo, el castellonense dice guiarse por el corazón y elige como coach a Pablo López.